Lo que no te contaron sobre los Pentecostales – Capítulo 3

Los pentecostales son nada más que la basura que las otras iglesias han descartado”  Esta era la opinión de muchos protestantes en la primera mitad del Siglo XX, cuando el pentecostalismo se extendía, imparable, a todas las naciones. Hoy, más o menos un siglo después, los pentecostales han pasado a ser la basura más codiciada” por aquellas iglesias cuya única manera de crecer, es pescando en río ajeno.

Estas denominaciones históricas, que ya llevan más de un siglo esperando y soñando con un despertar espiritual, son las mismas que menospreciaban a los pentecostales mientras miraban al cielo esperando su particular “avivamiento genuino”. Pero al igual que los judíos esperando su “mesías”, les ha crecido la barba hasta el suelo, y la esperanza se les ha convertido en impaciencia. ¿Cómo pueden pretender un avivamiento quienes le niegan al Espíritu Santo la soberanía? Sí, porque negar la vigencia y operatividad de los dones, sin tener el más mínimo fundamento bíblico para ello, es resistir al Espíritu o apagar el fuego de su don.

“algunas personas, por naturaleza, tienen miedo de lo sobrenatural, lo fuera de lo corriente y el desorden. Puedes temer tanto al desorden, y estar tan preocupado con la disciplina, el decoro y el control, que te hagas culpable de lo que la Biblia llama «apagar al Espíritu». No tengo la menor duda de que ha habido mucho de esto.” (Martin Lloyd-Jones – Gozo Inefable – Cap. I)

Estas denominaciones, pretenden una especie de avivamiento que sea del tipo de aquellas señoras elegantes que intentan correr sin despeinarse, es decir, correr pero que no les afecte mucho; no vaya a ser que se pierda aquella apariencia que tanto les costó conseguir.

 “¿Qué es un avivamiento religioso? Se reconoce generalmente que la mejor forma de definir un avivamiento es como una vuelta de la Iglesia al libro de Hechos, una especie de repetición de Pentecostés, el Espíritu derramándose nuevamente sobre la Iglesia. Esto, naturalmente, es una porción de doctrina imprescindible y esencial.” (Martin Lloyd-Jones – Gozo Inefable – Cap. II)

Estas iglesias, con apariencia de “señoras elegantes”, quieren un Pentecostés sin el estruendo de un viento recio, sin lenguas como de fuego y sin manifestaciones sobrenaturales, es decir, no están dispuestas a aparecer delante del mundo como si estuvieran “llenas de mosto”. Quieren un Pentecostés, sí, pero que se parezca lo menos posible al original.

“Vemos que el acento se pone en el sosiego, la sobriedad… Leemos frases como: «La plenitud del Espíritu no implica tanto una experiencia mística privada como una relación con Dios». Todo esto no es sino minimizar el aspecto experimental de la cuestión… De manera que cualquier impresión que pueda darse en cuanto a que se trata de una cosa tranquila, sobria y que pasa casi inadvertida, me parece que raya en lo que el Apóstol llamaría «apagar al Espíritu»…Y cuando hubieron orado, el lugar en que estaban congregados tembló; y todos fueron llenos del Espíritu Santo, y hablaban con denuedo la palabra de Dios… Y con gran poder los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús, y abundante gracia era sobre todos ellos. ¿Sobrio? ¿Tranquilo? ¿Recatado? Querido amigo, ¿por qué no prestar atención a las pruebas? Este es el tipo de cosa que sucede cuando el Espíritu «viene» sobre un hombre. Hasta el edificio tembló, y esta tremenda exaltación de espíritu tuvo lugar en la experiencia de los Apóstoles y los demás creyentes.”  (Martin Lloyd-Jones – Gozo Inefable – Cap. III)

Como pueden ver, uso textos del Dr. Martin Lloyd-Jones, porque no es alguien a quien podríamos tildar de neófito o fanático; y porque es alguien imparcial o ajeno al Movimiento Pentecostal.

Pero sigamos con esta bonita, y a la vez muy triste historia…

Al ver que ese tan anhelado “avivamiento sobrio y recatado” no llega, algunos líderes denominacionales han dejado de mirar hacia arriba y han comenzado a mirar hacia los costados,  a contemplar los sembrados ajenos… tan verdes… tan florecidos… tan llenos de frutos… Han comenzado a poner la mirada en los apriscos ajenos… tan llenos de ovejitas… tantas multitudes… tantos corderitos… Han observado fijamente los ríos ajenos… rebosantes de vida… tantos peces… y ¡Eureka!… Aquellos que antes eran la “basura” ahora han pasado a ser “las preciosas almas que necesitan de nosotros para conocer la sana doctrina”… ¿Y cómo le llamamos a esto?… ¿“Pescando en río ajeno”… “Entrando en las labores de otros”… “Robando en rebaño ajeno”…“Seduciendo Pentecostales”?… ¡No!… Llamémosle “Nueva Reforma”, que suena más espiritual.

Es notable ver que quienes más se jactan de interpretar correctamente a Pablo, se alejaron del espíritu correcto que tenía el mismo Pablo

Romanos 15:17-20  Tengo, pues, de qué gloriarme en Cristo Jesús en lo que a Dios se refiere. Porque no osaría hablar sino de lo que Cristo ha hecho por medio de mí para la obediencia de los gentiles, con la palabra y con las obras, con potencia de señales y prodigios, en el poder del Espíritu de Dios; de manera que desde Jerusalén, y por los alrededores hasta Ilírico, todo lo he llenado del evangelio de Cristo. Y de esta manera me esforcé a predicar el evangelio, no donde Cristo ya hubiese sido nombrado, para no edificar sobre fundamento ajeno

Ay Pablo… Pablo… ¿no ves que solo han llegado a tu capítulo 9 de Romanos y allí se estancaron?… ¡cómo le vamos a pedir que entiendan el capítulo 15! Por cierto, ya que a ellos les gusta poner el ejemplo de la Iglesia de Corinto para atacar a los “pente” -¿Quién fundó esa iglesia? …. -¿Cuál?… -La de los corintios… –Pablo… –Bien, ¿y quién corrigió sus excesos? ¿Fue Pedro, Santiago o Juan?… –No, no, ninguno de ellos, fue Pablo mismo quien los corrigió…

¿Se imaginan a Pedro o a Juan yendo a la iglesia de Corinto a corregir sus excesos? ¿Qué hubiese dicho Pablo sobre eso? Pedro y Juan tenían autoridad apostólica, obviamente, pero nunca se habrían entrometido en fundamento ajeno.

¿Entonces por qué no dejan que los pentecostales nos encarguemos de nuestras congregaciones? ¿Vosotros fuisteis los pioneros que se desgarraron las manos arrancado los cardos y espinos para preparar el terreno y sembrar? ¿Vosotros tuvisteis que soportar la burla y la persecución de los católicos y de las “denominaciones históricas”? ¿Vosotros sembrasteis día y noche regando con vuestras lágrimas los surcos? ¿Vosotros os llenasteis de lodo vuestros pies para que ninguna semilla se perdiese? ¿Vosotros fuisteis hasta los lugares más remotos a buscar las ovejas más descarriadas, y las trajisteis al redil sobre vuestros hombros?  ¿Vosotros os preocupasteis de nosotros cuando éramos la “basura”?… No, no y no ¿Entonces por qué ahora queréis participar de los frutos que no llevan vuestro sudor? ¿Por qué no enviáis vuestros evangelistas? ¿No tenéis?… ¿Por qué no hacéis campañas y predicaciones al aire libre para ganar nuevas almas? ¿Os da vergüenza? Claro, es más fácil y más fashion hacer conferencias, aplaudirse unos a otros y felicitarse mutuamente por ser los auténticos portadores del Evangelio, mientras se afirma descaradamente que América latina no conocía la sana doctrina… hasta que llegaron ellos.

Y como si esto no fuese suficiente, ahora proliferan los artículos por facebook, del tipo: “Yo era pentecostal” o “Por qué ya no soy pentecostal”, donde narran sus dolorosas experiencias aquellos que han sido librados de tan horrible pasado. Testimonios que me recuerdan a los que suben los católicos en sus páginas de apología: “Protestante regresa al catolicismo” Y exhiben al pródigo como un gran trofeo, sin mencionar, eso sí, que por uno que regresa al catolicismo mil salen de él.

Escribo esta serie de artículos, para demostrar la falacia de los que ahora, “a salvo en la otra orilla”, nos hacen señas de que abandonemos nuestro redil y nos unamos a ellos en esta cruzada anti-pentecostal, que no busca otra cosa que robar frutos ajenos.

Llevo más de 30 años en la iglesia pentecostal, lo suficiente para conocerla y amarla con sus defectos y virtudes. Desde esta página he atacado continuamente los excesos del neo-pentecostalismo y del pentecostalismo clásico, pero desde dentro. No voy a salir corriendo tras una “más joven y con más curvas”, como hacen estos que mencioné, encandilados por lo “nuevo”. Estoy tranquilo porque sé que con el tiempo terminarán igual que donde estaban. Antes estaban bajo “el entusiasmo pentecostal”, y ahora están entusiasmados “con sus nuevas doctrinas”, solo han cambiado un entusiasmo por otro, hasta que se aburran de nuevo y se vayan “con otra”; o simplemente se sumerjan en el letargo de la frustración del cobarde, es decir, de aquel que no se quedó a luchar sino que huyó.

Empezaré aclarando algo muy importante, no estoy en contra de quienes han abrazado un punto de vista doctrinal distinto, hay, gracias a Dios, una innumerable y creciente cantidad de pentecostales calvinistas o reformados; maravillosos hermanos llenos de la vida del Espíritu que están llevando avivamiento a sus congregaciones, y trabajando con el mismo celo evangelístico de siempre; no se avergüenzan de seguir llamándose pentecostales, o continuistas, o carismáticos o renovados. No es para ellos estos artículos.

La primera falacia, como no podía ser de otra manera, es contra el hablar en lenguas. Afirman que salieron del pentecostalismo porque ellos mismos “balbuceaban palabras en el culto sin haber quienes las interprete, y la Biblia dice que si no hay interpretación se debe callar en el culto”. Bien, la Biblia afirma lo siguiente

1 Corintios 14:27-29  Si habla alguno en lengua extraña, sea esto por dos, o a lo más tres, y por turno; y uno interprete. Y si no hay intérprete, calle en la iglesia, y hable para sí mismo y para Dios. Asimismo, los profetas hablen dos o tres, y los demás juzguen.

Yo les preguntaría, en primer lugar, ¿la Biblia que usaban cuando eran pentecostales es la misma que la que usan ahora?, y si es la misma ¿por qué no le hacían caso antes? ¿Es que recién ahora han descubierto estos versículos? Si antes parloteaban como loros en los cultos, ya sea porque les agradaba exhibir su “espiritualidad” o por imitación (porque los demás también lo hacían), era suficiente con dejar de hacerlo una vez que se comprende lo que la Biblia ordena. Pablo dice que “callen en la congregación” no que “huyan de la congregación”

El apóstol no solo manda que el que hable en lenguas calle en la congregación (si no hay quien interprete) sino que también manda:

1 Corintios 14:13  Por lo cual, el que habla en lengua extraña, pida en oración poder interpretarla.

Yo les pregunto a ellos ¿han orado sinceramente a Dios pidiendo poder interpretar las lenguas que hablaban? ¿Han hecho el intento siquiera?

Pero seamos honestos, el problema de estas personas no es que ahora se han vuelto más bíblicos, o más decentes y ordenados; sino que se han tornado más incrédulos y menos bíblicos que cuando eran pentecostales. Vean, sino. ¿Qué otra cosa manda el apóstol acerca de las lenguas?

1 Corintios 14:39  Así que, hermanos, procurad profetizar, y no impidáis el hablar lenguas

¿Por qué ahora, que según ellos comprenden mejor las Escrituras, prohíben hablar en lenguas? Una cosa es decir: no hablamos en lenguas si no hay intérprete, y otra es prohibirla totalmente. ¿Se dan cuenta como se han tornado anti-bíblicos prohibiendo lo que la Biblia expresamente manda no prohibir? Claro, no son tan ingenuos, tienen la respuesta escondida en la manga, ellos afirman que “no es que prohibamos hablar en lenguas, solo que eso era para el tiempo de los apóstoles, ahora ya no están operativas” ¿Sí?, y les pregunto ¿en base a qué texto de las Escrituras sacan tremendo disparate?

Observen cómo manipulan las Escrituras. Unos versículos más arriba del que leímos, dice lo siguiente:

1Corintios 14:34  vuestras mujeres callen en las congregaciones; porque no les es permitido hablar, sino que estén sujetas, como también la ley lo dice.

Si uno les pregunta ¿crees que este mandato era para el tiempo de los apóstoles solamente, o sigue vigente? Responderán inmediatamente: “¡No, no era solo para la época de los apóstoles, está vigente!”. Bien, entonces en qué regla de interpretación bíblica se basan para afirmar que, lo que dice en solo cinco versículos más abajo, ha pasado a ser por arte de magia ¡solo para la época de los apóstoles! O todo el texto dejó de estar vigente o todo continúa siéndolo, no una parte sí y la otra no.

“Al parecer, la idea de que estas cosas eran solo para el período neo-testamentario y no tienen nada que ver con nosotros hoy, es en realidad culpable del error conocido como «alta crítica». Este error se sienta en juicio sobre las Escrituras y dice: «Desde luego, claro, aquello fue algo transitorio y no se aplica a nosotros». Tú decides lo que es aceptable y lo que no lo es: seleccionas a tu gusto. Este argumento hace exactamente lo mismo.”     (Martin Lloyd-Jones – Gozo Inefable – Cap. IX)

1ª Corintios  14:37 Si alguno se cree profeta, o espiritual, reconozca que lo que os escribo son mandamientos del Señor.  Mas el que ignora, ignore. Así que, hermanos, procurad profetizar, y no impidáis el hablar lenguas;  pero hágase todo decentemente y con orden.

¿Desde cuándo el Señor da mandamientos con fecha de caducidad? El texto apostólico ordena expresamente el “no impidáis el hablar en lenguas”. Si alguien afirma que el hablar en lenguas era solo para la época de los apóstoles miente y contradice al apóstol. Y no solo contradice el mandato bíblico sino que tuerce la Escritura a su antojo, teniendo arbitrariamente por válido el mandato a las mujeres, y como inválido el mandato de las lenguas, cuando ambos están presentes en la misma carta, y en el mismo contexto inmediato.

Si alguien dice que lo que ahora se hace al hablar en lenguas (glosolalia) no es de Dios sino del diablo, miente. Y no solo que miente, sino que desobedece a la Escritura, porque por medio del miedo, manipula a sus seguidores para que rechacen este don. Es decir prohíben, no directamente sino indirectamente, haciéndoles creer a las personas que, si hoy hablan en lenguas no es de Dios sino del diablo. “No te prohíbo que hables en lenguas, pero si hablas, eso no es de Dios”. Ni el diablo mismo se atrevería a manipular tanto las Escrituras, como ellos. Por cierto, si ellos hablaban en lenguas cuando eran pentecostales, y el hablar en lenguas, según ellos, es cosa de demonios, ¿quién les echó fuera los demonios que los poseían, si en la iglesia donde están ahora tampoco creen en echar fuera demonios?

Hermanos, detrás de toda esta aparente preocupación por “el orden y el decoro”, se esconde una nefasta doctrina sin sustento bíblico ninguno: el cesacionismo. La perversa doctrina que enseña que los dones del Espíritu eran solo para la época de los apóstoles.

Dejemos que hablen hombres más doctos, observemos cómo el Dr. Lloyd-Jones refuta a los cesacionistas que tuercen las Escrituras:

“Permíteme darte simplemente un ejemplo de lo que quiero decir. Hace poco he leído un artículo acerca de este tema que demuestra cómo hombres con un determinado prejuicio o inclinación están tan controlados por el mismo que leen en la Escritura cosas que no se encuentran en ella, y hacen así sus propias deducciones erróneas. Permíteme que cite parte de ese artículo: «San Pablo apenas menciona ese don [el autor está hablando acerca de las «lenguas» en particular], excepto para tratar de regular el comportamiento de aquellos que lo poseen y frenar el mal uso del mismo». Luego prosigue: «Sin duda fue esto lo que le llevó a relegar dicho don al último lugar de la lista de los jarismata y a instar a sus lectores a intentar ponerlo en perspectiva». Hasta ahí todo bien; pero luego añade: «Para él se trataba de algo más bien permisible que deseable». ¡Más permisible que deseable! Pero el Apóstol mismo dice, con bastante claridad, en 1 Corintios 14: «Quisiera que todos hablaseis en lenguas» (v. 5). ¡Eso no es meramente permisible, sino más bien deseable! Y luego prosigue: «¿Tiene alguna importancia el hecho de que la iglesia en Corinto, que al parecer era el único lugar en que esa práctica prevalecía…?». ¿Lo ves? Como no se menciona ese don en relación con las otras iglesias el autor supone que no se daba en ellas. Ahora bien, eso no es otra cosa que un argumento basado en el silencio, una deducción. Pero continuemos: «¿Tiene alguna importancia el hecho de que la iglesia en Corinto, que al parecer era el único lugar en que esa práctica prevalecía, fuera moral y espiritualmente la menos madura de las comunidades cristianas primitivas?». No hay evidencia alguna para decir esto: no sabemos si la iglesia en Corinto era «la menos madura». De hecho, existen buenas razones para pensar que tanto la iglesia en Tesalónica como en Galacia eran igualmente inmaduras. Todo esto no es más que mera conjetura: supone leer en las Escrituras lo que no está escrito para corroborar tu prejuicio particular… Yo creo que la respuesta se encuentra en las Escrituras mismas, y que si te basas en lo que ellas dicen descubrirás que no tienes derecho a hacer afirmaciones como esas. «Quisiera que todos hablaseis en lenguas», expresa el Apóstol; ¡no se trata, pues, de algo solamente permisible, sino deseable! Y luego añade: «No impidáis el hablar lenguas» (v. 39). Sugiero, por tanto, que cuando Pablo dice: «Doy gracias a Dios que hablo en lenguas más que todos vosotros», no solo está reivindicando que sabe más del asunto que ellos sino que reclama algo de naturaleza experimental y que él experimenta. De modo que debernos tener cuidado de no intentar eludir estas cosas o deshacernos de ellas con meras suposiciones.”     (Martin Lloyd-Jones – Gozo Inefable – Cap. IX)

Que hable ahora el Dr. A. W. Tozer

“Por espacio de una generación, ciertos maestros evangélicos nos han dicho que los dones del Espíritu cesaron con la muerte de los apóstoles o al ser completado el Nuevo Testamento. Esto, por supuesto, es una doctrina que carece totalmente de respaldo bíblico. Sus defensores deben aceptar plenamente la responsabilidad de estar manipulando la palabra de Dios.”  (A. W. Tozer – La Vida más Profunda – Cap. 3)

Como pueden ver, hermanos, he usado a dos grandes hombres de la Iglesia que nunca pertenecieron al Movimiento Pentecostal, uno calvinista, el otro arminiano; los dos combatieron las mentiras del movimiento cesacionista. No te dejes engañar por la retórica hueca de los que, sin sustento bíblico ni histórico, pretenden arrastrarte a su redil para engrosar sus moribundas congregaciones.

Mantente fiel en el lugar que Dios te puso, el pentecostalismo es un movimiento con mucha vida, y en donde abunda la vida es normal que surgan abusos, entonces, si ves abusos corrígelos, primeramente con tu ejemplo y luego con mansedumbre, dulzura y amor, pero no huyas cobardemente.  Recuerda que la pureza del Evangelio o la sana doctrina no se demuestra haciendo conferencias, o «cazando herejes» por Internet, sino que

Santiago 1:27 La religión pura y sin mácula delante de Dios el Padre es esta: Visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones, y guardarse sin mancha del mundo.

Artículo de Gabriel Edgardo Llugdar para Diarios de Avivamientos y Diarios de Avivamientos Pentecostal